La elección del repertorio para una orquesta sinfónica frente a una de cámara
La elección del repertorio es una de las tareas más importantes a las que se enfrenta un director de orquesta. Esta decisión puede marcar la diferencia entre una gran actuación y una mediocre; entre una orquesta arrastrándose y otra brillando en el escenario. Pero la elección del repertorio es especialmente importante para orquestas sinfónicas y de cámara, ya que estas tienen diferentes necesidades y objetivos.
Orquestas Sinfónicas
Las orquestas sinfónicas son grandes conjuntos, compuestos por entre 80 y 100 músicos. Estas orquestas tienen mayormente el objetivo de interpretar y realizar grandes obras maestras de la música clásica, como las sinfonías de Beethoven o las óperas de Wagner. Es por eso que la elección del repertorio para una orquesta sinfónica debe estar adecuada a este objetivo.
Las obras sinfónicas son complejas y requieren de mucho trabajo en las sesiones de ensayo. Es por eso que el repertorio debe ser elegido teniendo en cuenta la habilidad técnica de los músicos y las capacidades de la orquesta para realizar un buen trabajo. Se debe tener en cuenta también el interés del público y de los auspiciadores, ya que a menudo las orquestas sinfónicas deben asegurarse de llenar las salas de conciertos.
Un ejemplo de obras sinfónicas que son populares y emocionantes son aquellas que han sido compuestas por Dmitri Shostakóvich. Las sinfonías de Shostakóvich, especialmente su Quinta Sinfonía y la Décima Sinfonía, suelen demostrar el arte en la composición sinfónica, ya que requieren de la habilidad de los músicos para el diálogo y el contraste, a la vez que explotan los cambios dinámicos y el drama. Es por ello, que la elección del repertorio para una orquesta sinfónica, tiene que estar ajustada a las necesidades técnicas y musicales que este conjunto tan grande conlleva.
Orquestas de Cámara
Las orquestas de cámara son conjuntos más pequeños, con menos de 30 músicos, aunque puede oscilar entre 15 y 40. En este caso, las orquestas de cámara tienden a interpretar obras más pequeñas y más íntimas, como las sonatas para piano o los cuartetos de cuerda. En estas orquestas, todos los instrumentos tienen la necesidad de tener presencia en la interpretación y son, por lo tanto, muy importantes en la elección del repertorio.
La elección del repertorio para una orquesta de cámara es muy diferente a la de una sinfónica. No se trata de seleccionar la gran obra maestra que todo el mundo conoce, sino de explorar un repertorio menos conocido para siempre sorprender al público incluso con las piezas más conocidas, que hayan sido arregladas de manera diferente. Además, las obras más cortas y los solos son más comunes en la música de cámara. Los músicos de cámara llegan a ser más un equipo "familiar" en comparación con los músicos de una gran orquesta y deben de conocerse muy bien entre ellos para poder coordinarse de manera muy efectiva.
Un ejemplo de una obra de música de cámara muy conocida que forma parte del repertorio de una orquesta de cámara es "Las Cuatro Estaciones" de Vivaldi, interpretadas por un conjunto instrumental limitado a un número pequeño de músicos. Esta obra, secciones características que a menudo son interpretadas con un solo instrumento en contraste con el conjunto completo. Para una orquesta de cámara, esta obra en particular es famosa y se toca de manera común, pero la selección del repertorio para este tipo de orquestas debería de ser amplia y diversa para asegurar que el repertorio no se convierta en predecible.
Conclusión
La elección del repertorio para una orquesta sinfónica y para una de cámara es muy diferente. La orquesta sinfónica es un gran conjunto, y por lo tanto necesita obras más grandes y más complejas que puedan manejar y ejecutar bien en el podio. Por otro lado, la orquesta de cámara es un conjunto mucho más íntimo, y por lo tanto, necesita una selección de obras que sean más sencillas y más económicas de trabajar, pero que puedan presentar de manera efectiva. Ambas orquestas necesitan tener en cuenta al público, las que demandan y la exploración de nuevos repertorios para tocar; los objetivos y habilidades técnicas, son siempre relevantes en la elección del repertorio. Es por ello que el director es como un director de orquesta y debe medir las variables del público y los instrumentistas de la orquesta para elegir el repertorio más adecuado.